Domingo. Hacer la maleta. Nostalgia. Pesadumbre. 300 km de viaje para ir a una comunidad autónoma en la que me paguen. No en vano soy una leyenda urbana. Gracias Tini. Llego a casa. Deshago la maleta. Cansancio. Comparto piso con varias personas a las que no conozco de nada y a las que he llegado a odiar con todas mis fuerzas.
Empieza la semana. A Trabajar. Rutina. Aburrimiento. Hastío. ¿Cuánto tiempo seguiré así? ¿Qué hace un programador cuando ha cumplido los 40? Las 6. Momentánea liberación. A casa. Más ordenador. Soledad. Footing antes de cenar. Liberación. Pensamientos fúnebres. Llamadas de teléfono. Impaciencia. Pena. Sueños imposibles. La semana avanza. Conformidad. Más soledad. Odio. Indiferencia. Silencio. Llega el viernes. Madrugón. Curro. 300 kilómetros de vuelta. No se adonde vuelvo. Birras con los colegas. Placebo. Oasis. Olvido. Intimidad. Amor. Pasión. Conversación. Silencio. Aislamiento. Indolencia. Prisa. No quedan lágrimas. Pasotismo. Vuelve a ser domingo…. ¿Hasta cuándo?
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
Robe y Jorge
En menos de un día se nos van por la vereda de la puerta de atrás dos personajes icónicos del rock español, ambos por enfermedad y ambos ser...
-
Y por fin llegamos a la gran debacle de este histórico club. La mayor humillación a la que ha sido sometida jamás una afición de futbol, el ...
-
Hace unos años me leí los 5 primeros Episodios Nacionales y tuve que dejarlo porque en mi biblioteca no estaban los siguientes. Siempre me q...
-
Para la posteridad dejo aquí una relación de lo más interesante que he visto, leido, o jugado durante este año. LIBROS En esto no me exti...