Cómo decía, Marcelino se quejó amargamente de las bajas, especialmente las de Bilic y Miguel que tan bien lo habían hecho el año anterior en la línea de ataque. El míster mostró una personalidad que no gusta en la casina de cristal, quería una plantilla competitiva y no la tuvo. Además los jugadores que llegaron lo hicieron a última hora con lo que el equipo no pudo hacer una pretemporada en condiciones. Marcelino ha demostrado esa personalidad en todos los equipos a los que ha entrenado desde entonces, tomando decisiones a veces incomprendidas pero siempre coherentes consigo mismo.
La huida hacia adelante continuaba, los superavits en las juntas de accionistas también, pero no había dinero para mantener a los jugadores, no había un proyecto a medio-largo plazo, ni lo ha habido nunca con los Fernández.
Relacionado con las salidas de jugadores hubo una que quiero destacar, la de Rubén Suárez, el hijo de Cundi. La quiero destacar porque es un ejemplo claro de la forma de actuar de los sucesivos hombres de paja de Fernández durante todos estos años. A un jugador, que hasta la temporada anterior no había tenido mucha presencia en las alineaciones, se le deja legar al último año de contrato. En esta temporada Marcelino lo utilizó en más de 30 partidos pero casi nunca como titular si no como primer cambio, el jugador número 12, el típico revulsivo. Este papel es muy difícil de conseguir de un jugador y que salga bien, principalmente por que los jugadores quieren jugar siempre. Personalmente creo que se debería tratar más en la base este tipo de roles en las plantillas para que sean mejor aceptado por los futbolistas, pero esa es otra historia. El caso es que el jugador recibe una oferta económicamente interesante de otro equipo, el Elche en este caso. Hay que decir que nunca se negó a negociar con el Sporting, pero lo que el Sporting le ofreció fue muy inferior. Como ha pasado tantas veces desde entonces a los jugadores de la casa se les valora poco en relación a otros de fuera. Marcelino pidió su continuidad pero el club hizo poco por mantenerlo. Lógicamente entiendo que el club ponga unos límites, pero el caso es que el jugador se fue a un rival directo, no a un club de primera o a un grande, económicamente era factible que se quedara, pero siempre es mejor pagar por gente de fuera, no se si porque se pierde algo entre medias o por qué, pero siempre es así. Lo que si hizo el club fue una campaña de desprestigio del futbolista impecable, para ello utilizó a su habitual vocero del Comercio, que hizo un trabajo impecable como digo. El jugador, hijo de una leyenda del club, era un pesetero y un egoista y el club había hecho un importante esfuerzo porque siguiera. El resultado, el lógico, Rubén se fue al Elche y la masa aborregada le silbó e insultó cada vez que visitó el Molinón desde entonces. Todo correcto.
El club ya sumido en grandes deudas siguió sin cambiar su desproporcionada estructura, fichando jugadores mediocres, gastando el dinero que no tenía pidiendo ayudas y créditos. Ya era tarde para tomar ciertas medidas, pero lo peor es que nunca ha habido un plan. Se podía haber tirado exclusivamente de la cantera y llegar hasta donde se llegase y de paso fogueando jugadores pero tampoco. Eso hubiera sido muy impopular, ni para eso tenían huevos. El siguiente verano todo esto explotaría definitivamente con la entrada del club en suspensión de pagos y en concurso de acreedores.
Temporada
El año anterior el club hizo una gran campaña y se quedó a las puertas del ascenso, unas de las razones fue la poca amplitud de plantilla que provocó que el club llegara muy justo al final y lo terminara pagando. Este año la calidad en general bajó, los que llegaron eran peores que los que se fueron. Bilic y Miguel hacían un trabajo físico para empezar a defender encomiable, los que llegaron no tenían ese nivel físico, y el equipo sufrió por ello. Además los jugadores de ataque estuvieron muchas jornadas de baja por lesiones y eso a la larga se nota, el resultado es que el equipo era menos eficaz arriba y defendía peor. Arthuro jugó 25 partidos, Calandria 21 y Biagini sólo 12. El año anterior el equipo metió 58 goles y este sólo 41.
La temporada fue regular dentro de la mediocridad, el equipo se asomó a los puestos de ascenso al principio pero rápidamente quedó descolgado acabando 11º a 19 puntos del tercer puesto.
Plantilla
Ese año se fueron del club los citados Bilic(acabó cesión), Miguel, con carta de libertad!!!! y Rubén. Además Yago también acabó su cesión. También se fue Cobas, un jugador que prometía mucho y se quedó en nada, aunque hay que decir que lastrado por una gravísima lesión de rodilla que le tuvo casi dos años sin jugar. Es una pena porque el chaval tuvo un gran debut, al final se fue por la puerta de atrás. Otro que dejó el club fue Juanjo Valencia que había perdido el puesto el año anterior. El vasco dejó un muy buen recuerdo por su profesionalidad y por entender bien lo que era este club.
Para suplir las bajas de ataque llegaron los argentinos Calandria y Biagini y el brasileño Arthuto cedido del Racing. Como decía fueron muy irregulares, y tengo claro que no eran del corte de Marcelino que prefería jugadores de más trabajo. El pobre resultado ahí quedó. En defensa llegó Neru cedido también del Racing, que era un jugador ya con 30 años y con poco recorrido que simplemente cumplió. Además llegó otro de los grandes mitos del esportinguismo, Ángel Pérez, apodado "el camión". Un mito del nivel de Kosolapov, Kucharski, Kamatxo, Takis, Rodrigao, Trotta y compañía. Típico fichaje de vídeo que venía de no jugar en un mediocre equipo argentino y que aquí jugó la friolera de 3 partidos. Éste fichaje no se lo apuntó nadie dentro del club, un pufo más de una larga serie, un jugador que no daba el nivel ni de lejos. Cuanto dinero se quedó por ahí?.
La alineación tipo de ese año fue la formada por: Roberto; Sastre, Neru, Carmena, Dorado; Borreguero, Juan, Pablo Álvarez, Javi Fuego; Ismael y Calandria. Además jugaron muchos minutos: Bauzá, Arthuro, Pablo Lago, Samuel y Gerardo. El máximo goleador fue Ismael con 13 goles, seguido de Arthuro con 6 y Pablo Álvarez con 4.