miércoles, 7 de junio de 2017

Sporting de Gijón. Temporada 2006-2007. Mañana saldrá el Sol

Con los ecos del año anterior aún resonando el verano volvió a ser movidito una vez más. El club continuaba con sus problemas extradeportivos, impagos, deuda, etc. En el aspecto meramente deportivo la directiva se encontró, mantengo como muchos que sin buscarlo, la mayor estabilidad, casi 6 años, que han tenido en los 23 años que llevan hundiendo a este club. La dirección deportiva del club fue encargada a Emilio de Dios y éste se propuso que el entrenador que tenía que comandar la nave fuese un técnico cántabro con experiencia dirigiendo clubes de la dimensión del Sporting. Se trataba de Manuel Preciado, que llegó sin hacer mucho ruido y se convirtió en un símbolo del Sportinguismo para toda la eternidad. El mister no tardó mucho en ganarse a la afición, detectó la desidia que había en el club e intentó levantar rápidamente a las tropas. Se encontró con un número de socios de 13087 y una asistencia media al estadio de en torno a los 10000, alrededor del 40% de ocupación según datos de LNE. Poco a poco esos números fueron creciendo hasta llegar a los que manejamos hoy en día, con llenos en varios partidos cada temporada y más de 20000 socios incluso en segunda. Consiguió mantenerse como entrenador durante 6 temporadas algo que nadie había hecho antes y sólo Díaz Novoa ha dirigido más partidos en el banquillo del Sporting que él. Consiguió, en fin, que la afición volviera a creer en el equipo y se identificase con él. Si hoy se habla de la mareona, a mi nunca me han gustado estos términos pero bueno, es gracias a él y al equipo que dirigía.

Temporada

A pesar de todo esta primera temporada no fue fácil. El club venía de varios años de una descomposición de la plantilla terrible y los problemas económicos estaban ahí. Las incorporaciones fueron pocas, pero entre Emilio y Manolo consiguieron acertar en la mayoría de ellas y ahí quedaron los resultados. Una cosa es segura, los jugadores estaban con Preciado a muerte, varios fueron los jugadores que el mister había entrenado previamente que llegaron al Sporting durante esos años aún desoyendo mejores ofertas, y eso hay que atribuírselo a él.

Aún así lo dicho, ese primer año fue duro, y el club coqueteó incluso con el descenso a segunda B sin llegar a meterse en esas plazas por poco durante algunas jornadas en una temporada bastante irregular. El club acabó 13º con 56 puntos a 20 de las posiciones de ascenso.

Ese año nos acostumbramos a la forma de ser tanto de Manolo como del equipo, con él no había término medio, especialmente los primeros años. El equipo buscaba la victoria y jugaba al ataque, a tumba abierta. El resultado, pocos empates, muchos partidos emocionantes como hacía tiempo que no se disfrutaban en el Molinón. Este primer año destacaría sin duda el 5-4 ante el Cadiz en el que el equipo andaluz falló un penalti con 0-2 en el marcador. Hubo también un 0-4 al Tenerife. Otro partido clave fue la victoria ante el Numancia en la jornada 37 en Gijón. El equipo llegaba con 1 sólo punto respecto a los puestos de descenso y un traspiés hubiese sido fatal. Por si fuera poco Samuel fue expulsado a la media hora de partido y Mñichel en el minuto 70, el árbitro era Mateu Lahoz, se árbitro que tanto deja jugar en primera y tan poco dejaba en segunda. Al final se ganó con un punterazo agónico de Congo en el minuto 85 y el Molinón explotó. Otros años se hubiera pitado al entrenador y a los jugadores, pero Manolo había conseguido el crédito para que no fuera así gracias a su forma de ser, de entender el fútbol y la vida y a como transmitía eso a los jugadores. Desde entonces es raro que se pite a jugadores en el Molinón y eso también se lo debemos a él.

Plantilla

Ese año llegaron al club pocos pero escogidos jugadores. Andreu reforzó la zona central del centro del campo. Samuel, cedido del Racing, llegó para apuntalar la defensa. Además llegaron 3 jugadores muy importantes. Para la banda izquierda del centro del campo llegaba el que, a la postre, sería el jugador más importante del club desde David Villa, Diego Castro. Para el ataque llegó Congo un jugador colombiano que había coincidido con Preciado en el Levante. De difícil carácter pero buena calidad. David Barral era un jugador que llegaba del filial del Real Madrid con unas condiciones físicas espectaculares, buena técnica, pero nula inteligencia dentro y fuera del campo. El típico jugador que podía haber sido más, pero ni quiso ni supo cómo. Además contó con varios jugadores del filial como Pedro, Omar, etc, destacando la aparición de Roberto Canella, el mejor lateral izquierdo de la historia del club exceptuando a Cundi. Un jugador que se ha mantenido durante más de una década en el club.

Cuando empecé esta crónica del Sporting me quejaba de que muy pocos jugadores de la cantera cumplían una carrera completa en el club. En equipos en los que nos deberíamos fijar como el Athletic de Bilbao es impensable que no haya veteranos salidos de la cantera del club, son el espejo en que se deben mirar los jóvenes para creer que es posible llegar a triunfar en el equipo. Canella es una de las pocas excepciones, un jugador criticado por mucha gente, a mi parecer injustamente, que ha cumplido siempre que ha jugado y que ha rendido de forma sobresaliente especialmente cuando peor se le ponían las cosas, cuando mejor competencia ha tenido en su puesto. Además un ejemplo de profesionalidad dentro y fuera del campo, ojalá hubiera más Canellas.

Ese año dejaron el club varios jugadores con fichas altas debido a los sempiternos problemas económicos. Eso si, superavit en las cuentas a presentar en la junta que no falte.Dorado, Calandria y Biagini fueron tres a los que se les permitió la salida. la salida de Dorado la más difícil, estuvo varias temporadas rindiendo muy bien, y no dejaba un sustituto claro para esa posición. Además se fueron por final de contrato Juan y Pablo Álvarez. Dos jugadores de la casa que nunca debieron llegar a último año de contrato, debieron ser renovados antes y valorados en su justa medida. Pero así funciona esta directiva. El caso de Pablo es más sangrante si cabe por la calidad del jugador, quizá Juan se equivocó en las formas al salir con algunas declaraciones poco elegantes. Como hemos visto a lo largo de los años han sido muchos y muy buenos los jugadores a los que se les ha dejado ir sin dejar compensación alguna al club. En muchos casos por no ser valorados como otros que llegaron de fuera y eran mucho peores, en otros casos insultados directamente por los directivos.

La alineación tipo fue la formada por: Roberto; Sastre, Juanmi, Jorge, Samuel, Jorge; Diego Castro, Gerardo, Andreu, Michel; Barral y Congo. Además contaron con muchos minutos Javi Fuego, Omar, Pedro, Canella, Omar, Jairo y Raúl Cámara. El máximo goleador fue Congo con 11 tantos, seguido de Barral con 9 y Diego Castro con 7.

Ese año se forjó el equipo que lograría el ascenso el año siguiente. Se podrían destacar varias cosas, las apariciones de Diego Castro y Barral, la buena temporada de Gerardo jugando en de centrocampista en lugar de como extremo en muchas ocasiones, pero me quedó con el final de temporada de Congo que se metió al público en el bolsillo con su entrega. Probablemente fue la mejor temporada de su carrera en España aunque su final en el club fue bastante lamentable con un epílogo esperpéntico el día del ascenso del club un año después. Esto queda para el siguiente capítulo.

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