No me voy a extender mucho porque tampoco hay por qué. Creo que es un libro muy olvidable. Las anécdotas están contadas sin mucha gracia con bastante desorden y, en mi caso, no despertaron mucho interés. Hay mucho de autobombo, de un señor que tuvo la suerte de ser elegido para un papel de cierta importancia en la saga de películas más maravillosa que existe. Quizá lo más reseñable es saber un poco lo dolido que se sentía, sobre todo en el tiempo de estreno del episodio IV, porque su nombre no apareciese en los carteles de la película ni cuando iba a actos públicos.
Logicamente merece su crédito y el respeto por haber hecho un buen trabajo pero me parece que, como les pasa a otros muchos que intervinieron en la sagrada saga, sobreestima su aportación.
Iba a poner que sólo para muy fans de la saga pero ni eso. Un libro muy flojo, ideal para leer en diagonal, aunque he de reconocer que algunos capítulos cuentan cosas interesantes de los rodajes.
